Autor: George R. R. Martin
Editorial: Gigamesh
Precio: 26,60€
Páginas: 864
Puntuación: 5/5
Cuando se apaga el clamor de las espadas, solamente queda carroña para los cuervos. Las circunstancias han forzado una tregua en la guerra de los Cinco Reyes. Los intrigantes miembros de la Casa Lannister intentan consolidar su hegemonía en Poniente; la flota de las Islas del Hierro se congrega para la elección de un rey que restituya la gloria perdida del Trono de Piedramar, y en Dorne, el único de los Siete Reinos que permanece apartado del conflicto, el asesinato de la princesa Elia y de los herederos Targaryen todavía se recuerda con dolor y rabia. Entre tanto, Brienne de Tarth parte en busca de Sansa Stark en cumplimiento de una promesa, y Samwell Tarly regresa de las tierras inhóspitas de más allá del Muro acompañado de una mujer y un niño de pecho. Festín de cuervos, consigue mantener la intensidad emocional de sus predecesoras y continúa tejiendo con maestría y convicción la multiplicidad de tramas de una serie sin parangón.
El cuarto libro de la saga de Canción de Hielo y Fuego sigue la historia de los personajes que se han quedado en Poniente o que han iniciado su huida del Continente, dejando de lado a los personajes en el Muro y a los que están en las Ciudades Libres.
Aunque, como a la mayoría de fans, el libro que me gustó más fue Tormenta de Espadas — fue el más impactante y el más doloroso de leer—, Festín ha sido, hasta ahora, el más rápido de leer. Le ha faltado esa acción que uno espera de un libro de fantasía épica, esa acción a la que Martin nos tenía acostumbrados en las anteriores entregas, pero este es un libro de secretos, de profecías. Creo que reducir la acción (en términos de batallas) ha sido un acierto, pues le ha permitido al autor centrarse mucho más en las decisiones tomadas por cada personaje, en sus emociones y sus miedos… Ha sido como tomarse un respiro ilusorio, como la calma después de la tormenta, preparándose para la llegada de algo peor.
Las tramas de Sansa y Arya dan un gran giro: puede que la situación de Sansa parezca que mejora, pero no es más que una ilusión; mientras que la trama de Arya se hace más aburrida, pues echo de menos a personajes como Gendry (Gendrya es mi OTP) o la Hermandad Sin Estardantes, con los que Arya mantenía una relación muy interesante, pero sus capítulos siguen siendo extremadamente interesantes. Por otra parte, Martin nos sigue regalando con una cohesión entre tramas y personajes espectacular, y encontramos personajes que aparecen en el punto de vista de unos y que luego aparecen en el punto de vista de otro personaje que no tiene nada que ver. Todo está conectado entre sí, incluso personajes secundarios que nos parecen insignificantes.
En broma, diría que lo mejor de este libro ha sido la ausencia de capítulos de Daenerys, que se me hacen eternos y me ponen de los nervios, pero en realidad lo que más me ha gustado han sido los capítulos desde el punto de vista de Cersei y Jaime. No son mis personajes favoritos (ese puesto aun lo tienen Arya y Sansa, entre otros), pero sí son los que tienen mis capítulos favoritos, más fáciles de leer, más interesantes… Además, también se nos añade el punto de vista de los Martell de Dorne, y descubrir esa parte de Poniente que aún era un misterio me ha dejado encantada.
Lo peor, diría yo, ha sido el final. O, más bien, la forma de llegar al final, y es que parece que la novela no conduce a ninguna parte, es sólo un interludio entre libros. Pero aun así, todo va cobrando sentido, poco a poco la red de mentiras, secretos, sucesos y traiciones que Martin ha ido tejiendo con paciencia interminable, va terminando de desplegarse del todo para que nosotros, lectores, veamos cuál es el dibujo final que esas líneas de tinta han ido formando.
Aunque, como a la mayoría de fans, el libro que me gustó más fue Tormenta de Espadas — fue el más impactante y el más doloroso de leer—, Festín ha sido, hasta ahora, el más rápido de leer. Le ha faltado esa acción que uno espera de un libro de fantasía épica, esa acción a la que Martin nos tenía acostumbrados en las anteriores entregas, pero este es un libro de secretos, de profecías. Creo que reducir la acción (en términos de batallas) ha sido un acierto, pues le ha permitido al autor centrarse mucho más en las decisiones tomadas por cada personaje, en sus emociones y sus miedos… Ha sido como tomarse un respiro ilusorio, como la calma después de la tormenta, preparándose para la llegada de algo peor.
Las tramas de Sansa y Arya dan un gran giro: puede que la situación de Sansa parezca que mejora, pero no es más que una ilusión; mientras que la trama de Arya se hace más aburrida, pues echo de menos a personajes como Gendry (Gendrya es mi OTP) o la Hermandad Sin Estardantes, con los que Arya mantenía una relación muy interesante, pero sus capítulos siguen siendo extremadamente interesantes. Por otra parte, Martin nos sigue regalando con una cohesión entre tramas y personajes espectacular, y encontramos personajes que aparecen en el punto de vista de unos y que luego aparecen en el punto de vista de otro personaje que no tiene nada que ver. Todo está conectado entre sí, incluso personajes secundarios que nos parecen insignificantes.
En broma, diría que lo mejor de este libro ha sido la ausencia de capítulos de Daenerys, que se me hacen eternos y me ponen de los nervios, pero en realidad lo que más me ha gustado han sido los capítulos desde el punto de vista de Cersei y Jaime. No son mis personajes favoritos (ese puesto aun lo tienen Arya y Sansa, entre otros), pero sí son los que tienen mis capítulos favoritos, más fáciles de leer, más interesantes… Además, también se nos añade el punto de vista de los Martell de Dorne, y descubrir esa parte de Poniente que aún era un misterio me ha dejado encantada.
Lo peor, diría yo, ha sido el final. O, más bien, la forma de llegar al final, y es que parece que la novela no conduce a ninguna parte, es sólo un interludio entre libros. Pero aun así, todo va cobrando sentido, poco a poco la red de mentiras, secretos, sucesos y traiciones que Martin ha ido tejiendo con paciencia interminable, va terminando de desplegarse del todo para que nosotros, lectores, veamos cuál es el dibujo final que esas líneas de tinta han ido formando.
Hola :) Este libro se nota muchísimo que en realidad era conjunto con el 5º, Danza de Dragones, porque no le beneficia mostrarnos solo las tramas de un lado, y la culpa de ello es el lio que Martin formo en Meeren, que necesito muchas más páginas para sacarlo adelante. Relei hace poco este volumen y creo que cobra importancia con lo que lees en el siguiente, la trama de Dorne y de los hijos del hierro es muy importante en el futuro, al igual que la de Cersei. Espero que pronto disfrute de la Danza de los Dragones. Un besin^^
ResponderEliminarSí, se percibe bastante que este tomo debería estar acompañado de Danza, pero la verdad es que me da mucha pereza ponerme con ese por culpa de los capítulos de Dany, que se me hacen siempre súper pesados (bueno, menos en Juego de Tronos, en ese me gustaron mucho), así que voy a esperar un poco antes de leerlo. Quiero centrarme en otros libros y darme un tiempo de descanso entre volumen y volumen xP
EliminarDudo que lea esta saga, como he veto un poco de la serie y sé algunas cosas que pasan me da pereza xD
ResponderEliminarUn abrazooooo ^^
No, no, no, no, no, no te dejes engañar princess of my heart, la serie es buena (hasta la tercera y un poco de la cuarta temporada, luego ya es para cortarse las venas), PERO LOS LIBROS OMG MODO FANGIRL ON
EliminarSi te animas avísame que querré hablar todos los detalles